No obstante, la llegada de un perrito o un gatito puede crear toda una revolución en tu hogar, por lo que es importante organizarte para que la situación no se te escape de las manos. Si has decidido traer uno casa, aquí te damos unos cuantos consejos para evitar que tu vivienda se convierta pronto en un caos.
El tamaño sí importa
Aunque sientas fascinación por los perros San Bernardo (como Beethoven, el de la película), si vives en un departamento de 80m2, lo más probable es que ese tipo de perro no sea para ti el más conveniente. Antes de traer una mascota a la casa, haz una evaluación de tu entorno inmediato. ¿Tengo realmente espacio para él? ¿Dónde voy a colocar su cama? ¿Va a poder desplazarse cómodamente? Considera también las características de la raza del animalito que pretendes traer consultando por Internet o con el veterinario.
Lo más común es que los perros pequeños se adapten a hogares también de tamaño pequeño o mediano y que los más grandes vayan a dar a una casa con, por lo menos, un patio amplio o jardín. Los gatos dan menos problemas en este sentido, ya que por lo común resultan ser unos compañeros perfectos aún para el más pequeño departamento.
Su cama o tu sillón
Así como tú cuentas con una habitación, el animalito también requiere un sitio en donde sepa que puede refugiarse y estar ahí la mayor parte del tiempo. Acostúmbralo, ni bien llegue, a un rincón de la casa (puede ser el patio, la lavandería o cualquier otro sitio de poco tránsito) que pueda considerar suyo. Instala ahí su cama o su pequeña casa.
Si haces bien esto, ello evitará que considere tu propia cama como suya o se apropie de algún caro sillón. El proceso es más difícil con los gatos (que suelen ser más independientes y comodones), pero cuando son chiquitos son generalmente más dóciles. Una buena técnica para alejarlos del sitio en donde no quieres que estén es echándoles un poco de agua con ayuda de un rociador (como el de las peluquerías). En el caso de los perros, lo mejor es agarrar un papel periódico doblado y azotarlo contra el piso para que, al oír el fuerte ruido, decidan que lo mejor es retirarse.
Ten en cuenta también que durante los primeros meses, los cachorros cambian los dientes, habiendo una incidencia en su tendencia de morder. Por esta razón es importante que tengan sus propios juguetes para que no destrocen cables o cojines.
Cada cosa en su lugar
Diana, poseedora de una cachorra de cocker spaniel, nos comenta que lo mejor para evitar que sus juguetes, correas, cepillos y demás estén desperdigados por todos lados, lo ideal es contar con una repisa, caja o armario pequeño en donde puedas colocar todos sus accesorios. Lo mismo para sus latas y bolsas de comida. La idea es que las cosas de los animales y de sus dueños no se mezclen.
De igual forma, su plato de agua y comida debe también estar instalado en un sólo sitio para que no hayan luego restos de alimentos por toda la casa. El rincón donde hace sus necesidades fisiológicas tiene que estar, en la medida de lo posible, en el sitio más abierto de la casa (o al menos junto a una ventana), para evitar los malos olores. No obstante, ahora la tecnología nos ayuda más en ello, ya que existen pads especiales para perros y arenas deodorizadas para gatos que los previenen.
Sobre tus adornos, muebles y pisos
No obstante, lo más probable es que tu mascota, como nuevo integrante de tu hogar, pase buena parte del tiempo contigo y los tuyos en casa, siendo por ello importante que elijas muebles resistentes, fáciles de limpiar (nada de terciopelo ¡recuerda los pelos!) y funcionales. Diana dice: “Si posees algún objeto al nivel del suelo que te parezca muy delicado y te preocupa que se pueda romper, cámbialo de sitio”. La regla en este caso es: Quita todo lo que se interponga en su camino. Sobre todo, de contar con perros, ya que por lo común los gatos saben evitar los obstáculos perfectamente.
Sin embargo, es frecuente, en el caso de los gatos, que se les dé por rasgar los sillones y cortinas (mi gata destrozó el costado de un sillón de mi madre). Si es tu caso, te será muy útil comprar los postes con soga que venden en las tiendas de mascotas para que se afilen ahí las uñas, evitando con ello que lo hagan en tus muebles.
Otra alternativa para evitar que tu mascota rasguñe o ensucie tus muebles, es usar forros para los sillones (slip covers), los cuales no sólo están muy de moda al ayudar a cambiar el look de la habitación en unos segundos, si no que también se lavan fácilmente.
En el caso del piso, aunque lo ideal sería que fuese del color del pelaje de tu mascota para que los pelos que pudiera botar no se noten, lo cierto es que no vamos a poder evitar barrer y aspirar con más frecuencia de lo usual (sobretodo si tenemos personas alérgicas en casa). Pero lo que sí puedes hacer es no colocar las alfombras de pared a pared, que tienen a absorber bacterias y olores.
Consulta, a su vez, con el veterinario, cada cuanto tiempo es recomendable bañar a tu mascota y qué productos especiales para su higiene (como shampoos y cepillos dentales) existen disponibles para ella en el mercado. Y es que, mientras más limpio esté tu perrito o gatito, más limpia se conservará tu casa.
Espacios para jugar
En el caso de los perros, lo más común es sacarlos a dar una vuelta al parque, lo cual es bueno porque así descargas su energía en un espacio abierto y evitas que corra por toda tu casa pudiendo dañarse o causar involuntarios destrozos. En el caso de los gatos, una vez castrados, no acostumbran salir mucho y más bien prefieren pasar un rato tranquilo echados en algún rincón al interior de la casa. Ahora que, si tu presupuesto te lo permite, puedes pensar en un estructura de entretenimiento ideal para ellos (recuerda lo mucho que les gusta trepar y rasguñar).
Con confianza
Por último, cuando el perro o gato vaya creciendo y esté cada vez mejor adiestrado, podemos hacer que vaya actuando con mayor independencia de nosotros. Esto puede lograrse, por ejemplo, instalando una puerta especial para él para cuando desee salir a hacer sus necesidades (eso sí, antes de adquirirla, asegúrate que realmente sea del ancho y largo final del animal).
Ya estando grandes y bien educados, puedes engreírlos dándoles ciertas libertades, claro, siempre y cuando no te incomoden. Por ejemplo, es bien sabido que a muchos gatos les encanta acompañar en el escritorio a sus dueños mientras trabajan, esperando algunos mimos. Para evitar que se eche encima de tus papeles, ¿qué te parece esta opción?
0 comments:
Post a Comment