Cajones ocultos, módulos livianos, cajas y otros trucos para aprovechar al máximo cada metro del cuarto.
* CON DELICADEZA Y DETALLE
En el dormitorio con muebles trabajados en petiribí lustrado, se retoma la idea del baúl a los pies de la cama. Aquí el recurso sigue en vigencia con algunas variantes: se hizo un banco para apoyar mantas o la ropa a la hora de vestirnos o desvestirnos y, en la parte inferior, los amplios cajones sirven para guardar zapatos y carteras. Sobre la cama, manta bicolor de lana ($430, Elementos Argentinos) y bandeja con tetera y taza con plato ($180, $160, $50, Wathemala). Sobre el banco, manta celeste de llama hecha en telar ($355), manta de llama con flecos ($520) y arnés de cuero con herrajes de bronce ($170, todo de Elementos Argentinos), ideal para guardar las mantas bien enrolladas y que no ocupen demasiado espacio
El baúl a los pies de la cama es una reminiscencia de otros tiempos que se remontan a la colonia y más lejos aún, pero no ha dejado de usarse en la actualidad por su gran utilidad, pues supone un lugar de guardado más.
* DE ESTRUCTURA LIVIANA
Un mueble traído de un viaje al extranjero, formado por varios cubos de aluminio, es la práctica solución para un cuarto infantil. Es de fácil armado, versátil y también fácil de desmantelar llegado el momento, ya que a medida que los chicos crecen, cambian las necesidades y, entre ellas, también varían las de guardado, el tipo de juegos y objetos y su cantidad. Con trama de aluminio como fino enrejado, estos nichos son menos estructurados y más livianos a la vista que una biblioteca de madera. En ellos se guarda de todo y lucen muy prolijos: carpetas escolares, cajitas con accesorios y los más variados juegos.
* SUBIR LA APUESTA
Un ropero de tres cuerpos con patas y delicadas molduras fue tratado con una pátina de pintura verde agua cepillada con viruta de madera para darle la terminación. De dimensiones importantes, el mueble en color claro se adecua mejor al cuarto de una niña que en madera oscura. Muchas veces, el espejo original se deteriora o se quiebra irremediablemente. Podemos reponerlo por uno nuevo, pero también puede reemplazarse por un vidrio transparente. Para ocultar el interior basta con un género delicado colocado por dentro del armario, aquí a tono con las fundas de las cajas de mimbre ubicadas sobre el mueble. Éstas aumentan la amplia área de guardado que garantiza el ropero.
* PARA JUGAR Y SOÑAR
A la entrada, un mueble de madera laqueada blanca se usa como biblioteca, juguetero y placard, tras el que se ubican las dos camas con cubrecamas celestes (Home Collection): una oculta debajo de la otra, que se abre sólo para dormir, además de los cajones inferiores y, al pie, la alfombra a rayas ($1.250, Elementos Argentinos). Toda una pared está reservada para los juguetes: en la superficie sobre los cajones laqueados con rueditas y tarjeteros para anotar qué contienen (Herrajes Diagonal), hay lugar para desplegar los juegos. Muchas cosas quedan guardadas y otras quedan a la vista dando vida y color al blanco de los muebles: pizarrones, manualidades, estantes simples y otros con frentes calados por círculos, repletos de juguetes.
Este cuarto infantil, dormitorio y lugar de juegos para niños muy chicos, cuenta con abundantes módulos de guardado en madera laqueada blanca, distribuidos en varios planos, para la gran cantidad de juguetes y libros.
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