No hay duda de que el crecimiento de las plantas y de las flores en un jardín de balcón son una buena manera de para embellecer nuestros espacios al aire libre.
Un balcón puede verse bien sólo con las macetas de plantas de diferentes variedades, colores y diseños. Primero hay que definir lo que quieres de tu jardín de balcón para luego ir a comprar tus plantas y sembrarlas.
En primer lugar, asegúrate de que la estructura de tu balcón pueda soportar el peso. La mayoría de los balcones de los apartamentos pueden soportar contenedores y recipientes, sin embargo, si están construidos de madera no puedes apoyar macetas muy grandes y pesadas. Las macetas de resina que existen en la actualidad¡ son muy ligeras e ideales para balcones y terrazas.
En segundo lugar, comprueba el microclima de la terraza o del balcón. Ten en cuenta la dirección del viento y del sol durante el día. Algunos balcones están muy protegidos y no reciben luz solar directa, mientras que otros están totalmente expuestos y toman el sol directo durante todo el día.
Muchas plantas de balcón no reciben mucha lluvia, ya que se encuentran debajo de un toldo o protegidos por el balcón de arriba. En este caso, asegúrate de que las macetas se mantienen húmedas y riega las plantas todos los días.
Nos encantan no sólo los jardines convencionales, sino también la innovación, por eso hace un tiempo comentamos la existencia de Urbio como jardín vertical, una nueva forma de aprovechar el espacio y ofrecer un buen ambiente aunque se esté en la ciudad. Hoy toca hablar de los jardines colgantes.
Un jardín colgante es una solución práctica y económica de crear un jardín, y además queda bien. No es necesario utilizar plantas colgantes cuando el propio jardín se puede hacer colgante con unos tubos de PVC y alambres para colgar. Tan sólo es necesario poner las plantas y ¡voilá!
El proceso de creación es muy sencillo:•Usas los tubos de PVC a modo de jardín.•Los alambres crean el efecto colgante.•Eliges las plantas y las macetas.•Dispones las plantas a tu gusto en los tubos de PVC.•Cuelgas todo.•Y ya tienes el jardín colgante.
Una de las peculiaridades del verde es que, dependiendo de su tonalidad, puede ser frío o caliente. Se obtiene de la mezcla de dos primarios: azul y amarillo. Si se tiende hacia el primero resultará reflexivo, y si se inclina hacia el segundo, nos dará impresión de ambiente soleado. Por ello, nos encontramos ante un color que ofrece múltiples posibilidades de combinación para lograr diferentes sensaciones.
Generalmente, los tonos pastel son usados para pintar paredes pues confieren un aire liviano, alegre y espacioso a las estancias que iluminan. Así podremos usarlo sin miedo, aunque con precaución, en grandes superficies sin que pueda resultar monótono o cargante. Los verdes intensos, debido a su fuerza y presencia, deberemos dejarlos para los detalles. Hay incluso personas que desaconsejan usar el verde más allá de los pequeños complementos o los lugares de paso.
Cómo combinarloUna mezcla de colores análogos, que tenga como base el verde, podría estar formada por uno claro como dominante (en las paredes y/o en el techo), un verde agua como secundario (por ejemplo, en el mobiliario) y rematarse con toques de azul pálido (jarrones, ceniceros, lámparas?) para dar variedad y viveza a la mezcla. Otros colores que podremos usar por su proximidad cromática son el naranja o el violeta, si hemos utilizado tonalidades claras u oscuras respectivamente. Si lo que perseguimos es una combinación más radical y con mayor fuerza, un contraste complementario será la solución. Para ello usaremos el contrario del verde, el rojo.
Habitación por habitaciónPor habitaciones, podremos utilizarlo en salones, cocinas, baños, dormitorios y, en general, en cualquier lugar al que queramos dotar de frescura. En los baños se suele emplear en combinación con blancos y azules, consiguiendo una sensación de frescura y limpieza. En los dormitorios hará aparición, principalmente, en los de los niños, generando ambientes muy habitables y alegres por el día, y acogedores por la noche.
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